Una Madre Orgullosa

Antes que nada, Feliz Día de las Madres! Mi hija de tres años ha estado enfermita desde hace unos días, así que tuve que llevarla a hacerle pruebas para investigar cual era la causa de su estado. Cuando nos estábamos preparando para salir, le expliqué que íbamos al Laboratorio para que estudiaran sus muestras para saber por qué estaba enfermita, no me dijo nada ... luego le expliqué que le iban a sacar un poquito de sangre, a lo que me respondió que no era necesario pues no estaba enfermita. Sin continuar con el tema salimos, hasta que por fin llegó su turno; estaba muy emocionada con el pequeño envase que le dieron para la orina, yo me había mentalizado a que cuando llegara el momento no iba a salir y que iba a tener que darle mucha agua, pero fuimos al baño y como toda una señorita llenó el envase hasta la mitad! Justo cuando salimos del baño había una niña como de siete años llorando porque le estaban sacando sangre, sólo pensé: Ahora es que aquí van a ver gritos. Fuimos hacia el cubículo que nos tocaba y nos sentamos, la señora que nos atendió comenzó a buscar las venas en los bracitos ... hasta que finalmente encontró una "buena" y llamó a una compañera para que le ayude a agarrar "a esta niña", luego le dijo a mi niña que cerrara los ojos; ella los cerró a su manera dejando uno abierto, pero como la conozco, le dije que le taparía los ojos con mi mano para que no vea. Luego, llegó el momento, insertaron la aguja en el bracito frágil de mi hija y su sangre empezó a salir, ella sólo me dijo que quería ver, entonces quité mi mano de sus ojos y ella se quedó mirando todo. Al final, le dije: "viste que sólo dolió un poquito" y ella respondió "no dolió Mamá", y ahí fue que se me aguaron los ojos. Nos fuimos, ella feliz con su curita y con el brazo sin moverlo.

Que niña tan valiente, me siento muy orgullosa por la madurez que mostró en esa situación que pensé sería traumática para ella.

Fuente Foto: Corbis.com